Cada año, existe un día en la nueva sociedad americana en la cuál todo crimen es legal y fuera de toda persecución por parte de la ley. Los servicios judiciales y de respuesta de emergencia se desactivan durante 12 horas dejando a la sociedad a la deriva, con la justificación de que toda acción realizada en este día, el día de la expiación, ayudará a mantener el equilibrio y a disminuir el crimen en la recién conformada Estados Unidos de America.
De esta idea, bastante interesante y atractiva surge la secuela de The Purge (2013), la cual me atreveré a reseñar libremente sin haber escrito de manera previa mi opinión acerca de la original. Y es que en realidad, el argumento no se aleja tanto de la primera entrega de esta recientemente confirmada trilogía (la tercera parte a estrenarse en 2016) en la cual existe una aparente lucha social de clases en el futuro distopico que nos presenta la cinta; la pobreza extrema ha sido erradicada y la taza del crimen ha bajado hasta ser casi inexistente, pero aún así las diferencias entre la clase media y la alta es muy marcada, y ésta última siente un especial desprecio por los que se encuentran por debajo de ellos. En general, las personas buscan aprovechar que en la noche de la expiación toda acción(robo, asalto, violación, asesinato, etc.) es permitida, para ensañarse con aquellos que les hicieron algún mal resultando así en una noche brutal y grotesca en la que aquellos que no participan de la violencia deben buscar refugio para que sus vidas no terminen de una manera súbita en el fuego cruzado.
Existe además una subtrama interesante en el cuál el marcado odio entre los sectores de la población provocan un constante enfrentemiento entre ellos, culminando en la erradicación de blancos marcados de manera específica por parte del gobierno.
The purge: anarchy es, más que una cinta de terror, un híbrido de thriller y película de acción sombría y que no termina de ser ni una ni otra cosa, como una pieza más de cine comercial es buena, pero falla al mantener por tanto tiempo un argumento tan debilmente entrelazado en el cual 5 desconocidos se ven forzados a mantenerse juntos durante esta noche para proteger sus vidas. Sin embargo pienso que se pudo exprimir más la premisa de la que se parte para encaminarla hacia un desarrollo un poco más macabro, mostrandonos quizás secuencias en las que la violencia que un evento como una noche libre de toda puede desencadenar, por nombrar un ejemplo. Quizás es esa mi principal exigencia hacia esta película: las muertes en escena son poco creativas, el desarrollo de los personajes es poco arriesgado y en ciertos momentos se vuelve predecible que es lo que va a ocurrir y de manera general la película pretende vender mucho más de lo que logra.
Dicho sea de paso, aunque la película en general no es del todo agradable, Frank Grillo merece una mensión honorífica ya que de no ser por el los puntos rescatables de la película serían quizás igual de olvidables que sus puntos bajos. Nos enfrentamos a la era en la que Saw, Paranormal Activity e Insiduous engendraron pequeñas cintas de terror con grandes ambiciones y minusculos argumentos, siendo esta otra más del montón.