Para mí el efluente de reboots, reinicios y remakes que abundan hoy día en el cine mainstream y que buscan "renovar" proyectos que en su momento fueron grandes éxitos de taquilla resultan ineficientes en su mayoría, e incongruentes en ocasiones. Haciendo un breve análisis, los remakes que comenzaron a gestarse a principio de los años 2000 recreaban obras que tenían al menos 30 o 40 años de antiguedad, actualmente nos enfrentamos a tal crisis de creatividad que tenemos que recurrir a desenterrar trabajos de hace apenas poco más de una decada, cosa que no siempre resulta como debiera por dos factores: la primera es que cuando la obra de referencia es tan reciente el remake pierde fuerza o efectividad debido a que la orignal sigue fresca en la mente del espectador, y el segundo es que no siempre le sienta bien el toque de "modernidad" a historias que surgieron al rededor de ciertos eventos del pasado, como Scream (1996) que hacía referencia del apenas explotado uso de telefonos moviles para la década de su estreno y el acoso valiendose de herramientas como el télefono fijo. Realizo esta breve introducción por que creo que la serie original de Netflix, y realizada como un esfuerzo en conjunto de MTV y Miramax está tremendamente afectada por los factores mencionados previamente. Y es que al inicio el este proyecto de Scream comenzó a gestionarse como un nuevo largometraje, pero cuando alguien comprendió que a la historia de Sidney Prescott no había más que exprimirle se optó por darle un giro un poco diferente pero partiendo de los mismos elementos base de aquella gran obra de Wes Craven y Kevin Williamson.

Es así entonces como conocemos a Emma y sus amigos, los cuales asisten a una preparatoria bastante común en Lakewood, el ficticio condado donde se desarrolla la acción. En esta ocasión, se desata una ola de asesinatos brutales tras un escándolo de internet en el que una de las compañeras de Emma se ve involucrada y que pone en tela de duda su orientación sexual. Y es a partir de esto que comenzamos a ver un desarrollo bastante similar a la historia original pero con un re-trabajo bastante peculiar, que mantiene ciertos elementos caracterísiticos de la serie de Scream como es la tendencia a la autoparodia, la satira social y la burla hacia las cintas de terror, en partícular aquellas del género Slasher, así como el aparente conocimiento de los protagonistas de encontrarse atrapados en una pesadilla en la cual irán muriendo uno a uno de no seguir las reglas del género, además de los personajes característicos que vimos crecer en la saga original: la inocente, virginal y lacónica protagonista, acosada hasta el cansancio por el asesino, el grupo de chicos huecos cuya única preocupación es hacerse notar durante su periodo de preparatoria y la entrometida periodista que parece saber más de lo que declara, además de tener algunos aparentes motivos ocultos que expliquen su presencia en la historia; elementos que sin duda podemos adjudicar al hecho de que Wes Craven y los mismísimos hermanos Weinstein estuvieran a cargo de la producción general de la serie.
Si acaso, el mayor punto de divergencia es el origen del asesino y de su disfraz, en esta ocasión el famosísimo ghostface no aparece y en su lugar tenemos una máscara con un parecido suficiente como para identificarlo dentro de la serie pero con un toque un poco más -Orgánico-, aunque los motivos no son tan diferentes de la saga original, y así como en el 96' veíamos a Sidney Prescott cargar con los pecados de su madre, en esta ocasión Emma deberá enfrentar al asesino debido a los secretos que su progenitora, la forense del condado de Lakewood ha guardado por 20 años.

De manera general la serie es buena y tiene un buen desarrollo de personajes, y si algo logra es que por lo menos en 7 de sus 10 episodios cualquiera sea el sospechoso que se esconde bajo la capucha negra del asesino (del 8 hasta el desenlace comienza a ser evidente de quien se trata, si uno presta la suficiente atención) manteniendo así el suspenso la mayor parte del tiempo, además de que el guión sabe explotar bien (es decir, demanera creíble) los peligros que que pueden suponer el uso excesivo de las redes sociales y la facilidad con que cualquiera puede acceder a la información que consciente o inconscietemente ahí vacíamos, lo cual constituye una gran parte del argumento.
Dónde se quea un poco corta es en la resolución final, ya que asuntos quedan inconclusos o a la libre interpretación del espectador,algo que no siempre tiene el efecto deseado. Pero con la confirmación de la existencia de un contrato para una segunda temporada, los vacios argumentales quedan justificados, al menos comercialmente, aunque personalmente creo que es algo que le resta fuerza a la trama ya que estos hoyos comienzan a aparecer por ahí del cuarto episodio y por aparente descuido no se resuelven al finalizar la serie, cosa dificil de enmendar pues no veo manera de que se le pueda exprimir más a este arco argumental.
Definitivamente es una serie disfrutable, pero los fans de la saga original encontrarán que a casi 20 años de su estreno, "Scream" sigue manteniéndose vigente y a pesar del cambio que ésta producción intenta ser, se ve opacada por sus predecesoras.