Para inaugurar este blog de
manera adecuada, hablaremos de una película que se estrenó hace poco más de una
década, pero que sin duda reivindica de cierta manera la variedad de cambios, aberraciones
y humillaciones que el género licantrópico ha sufrido al pasar los años, “Dog
Soldiers”, titulada en México y algunas regiones de Latinoamérica “Luna Llena”, y que sería el debut cinematográfico
de Neil Marshall como director.
Se trata de una de esas
verdaderas joyas de bajo presupuesto,
con una reducida distribución comercial y el paso directo a DVD en ciertos
países. Parte de una premisa muy sencilla, un grupo de soldados ingleses se
encuentran en los bosques escoceses realizando un ejercicio de práctica cuando
un cadáver es arrojado misteriosa y violentamente en su campamento. A partir de
esto, todo se vuelve confuso y se ven asechados por unas creaturas que los
superan en fuerzas, y de un aspecto muy peculiar, por lo que se ven obligados a
replegarse a una pequeña casona aparentemente abandonada en medio del bosque (muy
al estilo de “The night of the living death”).

Uno de los aspectos que hacen
grande a esta película es la manera en que se presentan las creaturas, misma
que haría famosa a Alien de Riddley Scott, mostrándolas solo en momentos
cruciales y valiéndose de siluetas o efectos sonoros para crear en el espectador
ese sentido de angustia que crea la necesidad de saber qué pasará a
continuación (curiosamente, debido al bajo presupuesto de la producción). La
cinta mantiene un ritmo agradable y tiene un muy bien cuidado equilibrio entre
los momentos de gore (incluyendo algunas escenas de destripamiento bastante interesantes),
acción y comicidad.
Sin duda recomendable, es una de
esas películas que no pueden perderse, además el diseño de los hombres lobo es
bastante agradable y mantiene las características que uno esperaría de dichas
creaturas, imperdible para los verdaderos fanáticos de los licántropos, buscando algo un poco más serio que lo que el cine comercial actual puede ofrecer.